Desde 1997, en la Borgoña francesa, se levanta lentamente y con técnicas de hace siglos
Chateau de Guedelon - REUTERS/Jacky Naegelen
MIRANDA ALEXANDER-WEBBER/REUTERS
Chateau de Guedelon - REUTERS/Jacky Naegelen
MIRANDA ALEXANDER-WEBBER/REUTERS
Herreros, albañiles y canteros trabajan duro en un bosque de Borgoña (Francia)
para construir un castillo del siglo XIII utilizando las herramientas y
los materiales más básicos. Se trata de imitar al máximo los métodos
utilizados hace cientos de años para entender mejor lo que se hacía
entonces.
Renunciando a toda la tecnología moderna, los trabajadores usan martillos para romper piedras y forjar el hierro, operan con ruedas de madera para izar sus materiales hasta donde sea necesario, y recurren a una cantera de piedra, arcilla y arena, ya que el propósito es construir un castillo a partir de cero.
La construcción del Guedelon Castle (cerca de Treigny, Borgoña, en el centro-este de Francia) comenzó en 1997 después de un estudio arqueológico que reveló la existencia de una fortaleza medieval escondida en el interior de las paredes del cercano castillo de Saint-Fargeau.
Quienes están detrás del proyecto esperan responder preguntas acerca de la construcción medieval y sacar consecuencias sobre la construcción sostenible. Alrededor de 40 personas trabajan en el lugar.
«El punto principal de lo que hacemos aquí es ayudar a restaurar el patrimonio más antiguo», cuenta un albañil de 44 años, Clement Guerard, que ha trabajado en el sitio desde 1999. «Lo que quizás es frustrante es que lo que hacemos lleva mucho tiempo. En el mundo moderno estamos acostumbrados a trabajar muy rápidamente. Aquí queremos centrarnos en la calidad más que la cantidad, y hay que olvidar el ritmo de la vida moderna y ser capaces de adaptarse a trabajar con la mano».
El proyecto está financiado por los cerca de 300.000 turistas que vienen aquí cada año para ver cómo se levta el castillo. Cientos de personas también vienen cada año para trabajar en el proyecto. Este año, los albañiles están trabajando en zonas como la torre de la esquina occidental, el muro cortina occidental y torre de la capilla.
«No me gusta el uso de herramientas eléctricas, por lo que cuando llegué aquí me encontré con el uso de herramientas manuales era natural», dijo Nick Platt, que pasa dos semanas en la obra para mejorar sus habilidades de construcción. «Las sierras que utilizamos son muy, muy diferentes y en un principio bastante engorrosas de usar. Pero ahora me parece que son perfectas».
Quienes están detrás del proyecto anticipan al menos otros 10 o 15 años de construcción. También esperan poder ampliar la obra mediante la construcción de un pueblo medieval en el futuro. «Permite a las generaciones futuras a imaginar lo que nuestros antepasados fueron capaces de hacer».
Renunciando a toda la tecnología moderna, los trabajadores usan martillos para romper piedras y forjar el hierro, operan con ruedas de madera para izar sus materiales hasta donde sea necesario, y recurren a una cantera de piedra, arcilla y arena, ya que el propósito es construir un castillo a partir de cero.
La construcción del Guedelon Castle (cerca de Treigny, Borgoña, en el centro-este de Francia) comenzó en 1997 después de un estudio arqueológico que reveló la existencia de una fortaleza medieval escondida en el interior de las paredes del cercano castillo de Saint-Fargeau.
Quienes están detrás del proyecto esperan responder preguntas acerca de la construcción medieval y sacar consecuencias sobre la construcción sostenible. Alrededor de 40 personas trabajan en el lugar.
«El punto principal de lo que hacemos aquí es ayudar a restaurar el patrimonio más antiguo», cuenta un albañil de 44 años, Clement Guerard, que ha trabajado en el sitio desde 1999. «Lo que quizás es frustrante es que lo que hacemos lleva mucho tiempo. En el mundo moderno estamos acostumbrados a trabajar muy rápidamente. Aquí queremos centrarnos en la calidad más que la cantidad, y hay que olvidar el ritmo de la vida moderna y ser capaces de adaptarse a trabajar con la mano».
El proyecto está financiado por los cerca de 300.000 turistas que vienen aquí cada año para ver cómo se levta el castillo. Cientos de personas también vienen cada año para trabajar en el proyecto. Este año, los albañiles están trabajando en zonas como la torre de la esquina occidental, el muro cortina occidental y torre de la capilla.
«No me gusta el uso de herramientas eléctricas, por lo que cuando llegué aquí me encontré con el uso de herramientas manuales era natural», dijo Nick Platt, que pasa dos semanas en la obra para mejorar sus habilidades de construcción. «Las sierras que utilizamos son muy, muy diferentes y en un principio bastante engorrosas de usar. Pero ahora me parece que son perfectas».
Quienes están detrás del proyecto anticipan al menos otros 10 o 15 años de construcción. También esperan poder ampliar la obra mediante la construcción de un pueblo medieval en el futuro. «Permite a las generaciones futuras a imaginar lo que nuestros antepasados fueron capaces de hacer».
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