Sunday, July 24, 2016

“Si tienes que forzarlo, no es tu talla: aplica para anillos, zapatos, pantalones, relaciones y amistades”

Tienes permitido marcharte y salir corriendo

salir


Por Andrea Araya Moya


Si por alguna de las cosas de la vida te sientes incómodo en una historia, márchate. No te quedes ahí esperando a que se ajuste a tu medida y te haga sentir mejor. Si tienes que forzar algo, déjalo, por más que intentes hacer que se amolde a ti no lograrás sentirte cómodo jamás e, incluso, hasta podrías perderte a ti mismo. Tienes todo el derecho a marcharte y salir corriendo de cualquier historia en la que no te sientas tú mismo y, más aún, en la que no puedas amarte como deberías.

Tienes permitido dejar esa relación tóxica en la que sólo sufres y anhelas tener algo mejor. Tienes derecho a elegir tu propio camino y felicidad y no tener que estar haciendo feliz a alguien que no te merece y, mucho menos, que ni siquiera tiene la intención de hacerte feliz.

Tienes permitido abandonar esa ciudad en la que no puedes hacer lo que quieras. En la que te niegan a disfrutar de los detalles. En la que no puedes permitir vivir a tu espíritu. Tienes permitido tomar tus cosas y marcharte a un lugar en el que sí puedas sentirte libre.

Tienes permitido quitarte las cadenas que atan tus manos y que te impiden alcanzar tus sueños. Tienes permitido luchar por tus derechos, decir lo que piensas y gritar si es necesario.

Tienes permitido dejar ese trabajo que te causa angustia, en el que no puedes ver un futuro claro, y en el que día a día te provoca preocupación y temor. Más aún si no te sientes valorado o crees que no puedes crecer como persona o profesional.  

Tienes permitido marcharte y buscar algo que te apasione y con lo que puedas estar feliz a diario. Porque si trabajas en algo que te hace sonreír todos los días, entonces no trabajarás un sólo segundo.

Tienes permitido dejar y cortar los lazos con esas amistades tóxicas e interesadas. Tienes permitido rodearte de personas que quieran tu felicidad y que estén contigo en las buenas y en las malas, y alejarte de las que sólo quieran conseguir algo a cambio.

Tienes permitido equivocarte, llorar, gritar, ser escandaloso y asimilar lo que vives, así como también tienes derecho a entusiasmarte y perdonarte por ser tú mismo y por haberte equivocado. Porque los errores también nos forman, también nos enseñan, y también nos permiten alcanzar nuestra felicidad.

Tienes permitido tener tu propia opinión y no dejar que los demás te influencien. Tienes derecho a elegir y no dejar que nadie más lo haga por ti, así como también tienes todo el derecho a elegir lo que quieras y pensar de ti lo que se te dé la gana, porque es tu vida, porque es tu corazón y porque lo mereces.

No creas que serás un perdedor por dejar atrás lo que no te hace bien. No significa rendirte, significa saber elegir por tu felicidad y por ti mismo, te permite cambiar de vida, de comenzar de nuevo y descubrir el mundo tal como lo mereces.

Porque a veces marcharte y abandonar algo te salva de quedarte atrapado en un lugar que no es para ti.

Busca tu lugar, tienes todo el derecho a hacerlo.

Búscate a ti mismo.

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